lundi 7 mai 2012

analyse du poème :"si el hombre pudiera decir"


TEMA/ El tema del poema seleccionado pretende exponer la única razón de la vida, para así decirlo la libertad del amor. El anhelo romántico de amor pleno topa en Cernuda con las barreras que le pone la realidad.

RESUMEN/Luis Cernuda es esfuerza por explicar el significado que para él tiene el Amor, intentando presentarlo en su estado más puro puesto que lo considera la única verdad del hombre. También, describe con exactitud una extraña paradoja, la que supone que la libertad que el amor le proporciona consista en apresarle en su amada, el único sentido de su mezquina existencia. Finalisa con una  bella declaración a su amada.

Análisis del poema: « Si el hombre pudiera decir » de Luis Cernuda  

Ante todo, el documento que nos toca analizar se presenta bajo la forma de un poema que se titula : « Si el hombre pudiera decir » y pertenece al poemario los placeres prohibidos publicado en (1931).Se trata de un libro voluntariamente hermético en el cual mediante el mito de Dionisos, el Dios del placer, Luis Cernuda encarna la desobediencia a las reglas y es  lo que permite el acceso a los placeres prohibidos : el amor es libertad, goce, aspiración de unidad  y a la vez fusión con la naturaleza. Sin embargo, también puede constituir un deseo marcado por la frustración, la imposibilidad de la menor comunicación que lleva entonces camino de la eterna soledad. Los placeres prohibidos mantienen las imágenes oníricas e incorpora los versos alejandrinos sin rima, así como los poemas en prosa. El uso de la primera persona confiere, a menudo, a los textos un carácter de confesión. 

En primer lugar, dicho documento consta de tres estrofas más bien irregulares que corresponden con tres movimientos. El primer movimiento corre desde el (v.1)« Si el hombre pudiera decir lo que ama » hasta el (v.13) y poner de realce, desde el umbral de la composición, la supremacía del amor elevado a la categoría de verdad incondicional. El segundo movimiento que va desde el (v.14), o sea : « Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien » hasta el (v.22), es decir,: « la única libertad por la que muero » se refiere más bien a la proclamación del Amor como única libertad posible y única escapatoria para el atolladero que representa la Realidad.

Por lo que concierne al último movimiento que se desarrolla desde el (v.23), o sea: « Tu justificas mi existencia » hasta el (v.25) : « Si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido » abarca una conmovedora e inesperada declaración de amor al modo Shakesperiano que cierra el poema y suena como un verdadero homenaje al amor, único hilo de la vivencia de los seres.

Desde la primera estrofa, el poeta se empeña, en expresar la autenticidad de su amor al ser querido mediante una estructura condicional elaborada a partir de la conjunción de subordinación « Si ». Esta perspectiva viene recalcada por el empleo del subjuntivo imperfecto, modo por excelencia del deseo y que atestigua también de la imposibilidad que la voz poética cumpla con su afán como lo evocan ambas anáforas simétricas: « Si el hombre pudiera decir lo que ama/Si el hombre pudiera derrumbar su amor por el cielo ». No deja de llamarnos la atención también la  doble comparación situada al (v.3-4): « como una nube en la luz; si como muros que se derrumban para saludar la verdad erguida en medio, pudiera derrumbar su cuerpo, dejando solo la verdad de su amor ».

Semejante asociación que relaciona el término « amor »« una nube » crea un movimiento de ascensión vertical y cabe señalar que parece algo insólita puesto que viene relacionada, de repente, con otro término «muros »que impide desde ahora cualquiera esperanza. Tal vez, las paredes simbolizasen los obstáculos sociales a los que se opone la voz lirica cuando tenemos en cuenta la homosexualidad del poeta marginalizado también por los prejuicios de su medio burgués. Los muros personificados aquí y que bien hubieran podido constituir un amparo para el descanso del poeta se conforman  con ser testigos de la « realidad erguida » extraña metáfora que muestra la devastación que rodea el yo. Efectivamente, no consigue revelar el amor como única verdad ya que no existe medio ni remedio afín que desvele el amor oculto e inconfesable como lo reflejan la serie de  anadiplosis y encabalgamientos: (v.5) :” dejando solo la verdad de su amor, la verdad de si mismo ». Lo que trata la voz poética es dejar de lado, a toda coste todo lo material, que encarna el cuerpo porque, muchas veces, aparece como un impedimento para que una relación logre salir adelante. De lograr aislar su amor, la persona descubrirá la única verdad del hombre. Tal verdad surge definida por una perífrasis negativa al (v.8):”no se llama Gloria, fortuna o ambición sino amor o deseo” que deja trasparecer que los dos términos  amor y deseo ahora sinónimos pueblan la existencia del narrador y que se oculta tras las capas superficiales de la persona: la verdad del amor verdadero. Dentro de esta primera parte, se esboza una subdivisión. En efecto, después de haber sido formulado el deseo o anhelo desde los diez primeros versos, y finalizando éste en suspense, los tres versos siguientes desempeñan el papel de aclarar la incógnita del (v.10): « yo sería aquel que imaginaba ».Se trata de la conclusión del deseo, pero como no define de modo claro el mensaje, hace falta que requiera una explicación posterior.

Notamos la gradación de los sustantivos : « aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos » el deíctico remite  a un individuo que no viene precisado del todo y así va adquiriendo un valor universal y ejemplar por ser capaz de convertir los limites corporales en recursos para alcanzar su meta al conocer la plenitud erótica. No será, por casualidad, si convoca el poeta andaluz los atributos sensoriales, de hecho, « lengua », « ojos » y « manos ».El propio poeta como heredero de la tradición de los malditos dispone del poder de proclamar la potencia absoluta del deseo  y acaba por ser el portavoz de los demás como lo indica el (v.12) a través de la etimología del verbo « proclamar ». En efecto, la palabra derivada del verbo clamar mediante la anteposición del prefijo de origen latino pro-Pro-clamar (clamar cobra distintos sentidos, entre los cuales exigir imperiosamente, llamar, quejarse, dar voces lastimosas, pidiendo favor o ayuda) lo cual sugiere la lucha desenfrenada de la voz poemática que no pretende rendirse nunca.

A continuación, la segunda estrofa introducida mediante el (v.13) nos plantea una visión, por lo menos, inhabitual de la libertad amorosa gracias a la paradoja : « Libertad, no conozco sino la libertad de estar preso en alguien cuyo nombre no puedo oír sin escalofrió » ya que los términos antitéticos libertad/preso sugieren que el Amor implica una pérdida de libertad individual y  ajeno que era al inicio un motivo de liberación acaba siendo una cárcel de la que uno no podrá salir sino hondamente herido. Se deja entrever el presagio funesto de lo incompleto a la que tiende la fusión amorosa y el desencanto, por añadidura que suscita. A partir del (v.14) pese a semejante contradicción sigue alabando el amor porque aparenta ser el medio ineludible para que el yo poético lograra evadirse de la repulsiva realidad mediante el amor expresado hacia alguien y aclara su acertar la eternidad en ese mismo amor. Además, se vale de una hábil paradoja, indica que la única libertad  que le exalta y le motiva es la libertad del amor (que, en realidad, no es tal, sino todo lo contrario), la única razón para seguir adelante con su vida. En la última estrofa, desde el  verso (v.23) al (v.25) se cierra el poema con una hermosa declaración de amor expresada mediante un juego conceptista-paradoja- al más puro estilo de Shakespeare en sus sonetos. La amada es idealizada hasta el punto de convertirse en el único sentido de la existencia, la única necesidad vital.

Nos proponemos ahora estudiar las características del lenguaje literario que aparecen al tener en cuenta los diferentes niveles de la lengua: nivel foñico, morfosintáctico y léxico-semántico.

Del nivel fónico, destacamos los siguientes aspectos:



El poema se compone de una serie de versículos, es decir, sin rima, sin acento en lugares fijos y mezclando versos de medidas más variadas. Este tipo de composición provoca que el ritmo venga marcado por la propia estructura de los versículos del poema, al producirse cierta repetición de palabras y de esquemas gramaticales:

v (1-2) –« Si el hombre pudiera»/v (3-4)-« Como-como /v (5-7)-«verdad-verdad-verdad »/v( 10-11)- “Aquel-aquel”/v(12-13)-“Verdad-verdad”/v(14)-“libertad-libertad”/v(14-16)-“Alguien-alguien”/v(18)-“Mi cuerpo y espíritu”/v(20-22) « libertad-la única libertad »/v(24-26) »no he vivido-no he vivido ».

De esta forma se consigue un ritmo ágil y dinámico al evitarse las pausas prolongados de los puntos, sustituidos aquí por puntos-y-comas. También influye el hecho de que muchos de los versos aparecen agrupados como si se tratara de largas oraciones en un texto en prosa (v.4/9, 16/22).

La función del lenguaje del texto es, en mayor parte, expresiva porque se percibe el estado emocional del autor a lo largo del poema.  Empieza con melancolía mientras que en la segunda estrofa, explica con pasión lo que para él significa el amor verdadero .Sin embargo, es en la última estrofa, la función pasa a ser conativa, ya que adquiere una mayor relevancia el receptor del mensaje (la amada) a la que dirige una declaración de amor eterno que refleja su total fidelidad y sinceridad. 

Como ya lo mencionamos antes, las figuras estilísticas de este nivel que aparecen en el texto son:

-Las repeticiones de palabras y de estructuras sintácticas que marcan el ritmo del poema.

Al nivel morfosintáctico, existen características lingüísticas y literarias más relevantes como la gran mayoría de verbos existentes en el texto que hallamos conyugados al presente (ama, derrumban, olvido, flotan, muero), destacando la abundancia de perífrasis verbales de varios tipos como aspectuales resultantes tal que « estar preso » (v.14) o los modales de probabilidad (v1-2).

Los sustantivos utilizados  son de carácter común, sin el empleo de tecnicismos ni cultismos, aunque varios destacan por la fuerte carga semántica que conllevan igual que « muros », « verdad »,

 «  amor », « deseo », « hombre » « libertad », « existencia », « muerte ».Algunos de ellos aparecen como sinónimos (v.9), «  amor/deseo » al exaltar el autor la gran importancia de ambos a la hora de descubrir la única verdad del hombre, la verdad del amor verdadero. Otro termino importante es « libertad » que es recurrente en la segunda estrofa.

Era sabido que el poeta comulgaba y apoyaba los ideales republicanos-hecho que acabaría llevándole al exilio tras la guerra civil-, unos ideales cuyo principal argumento era la libertad del pueblo. En los (v.21-22), Cernuda deja bien claro que la única libertad que la única libertad por la que pretendía morirse era la física y política excepto la del amor. El amor va, a su juicio, mas supera las barreras físicas y políticas que el ser humano fija en su vida. Es un modo de evadirse de la realidad, de inventar un mundo en el que la pureza y verdad son las únicas leyes, una utopía que ansia y persigue, pero que no llego a conseguir debido a su carácter solitario y su situación. También en la segunda estrofa, aparecen múltiples elementos con una connotación mística, como en el (v.14) o en el (v.15).En ellos, se observa la similitud con diversos místicos como la comunión del alma con Dios en la vía unitiva, y el intento de imitar la vida de Cristo al desechar la vida propia por su mezquindad y miseria. En este aspecto, puede apreciarse una cierta influencia de Santa Teresa de Jesús a la hora de intentar expresar este tipo de sensaciones inefables.

Es de destacar la ausencia de adjetivación ornamental en la totalidad del texto, si bien no es en absoluta necesaria para la comprensión del mismo ni para el embellecimiento, ya que Cernuda tiene ese don. Sin abusar de la adjetivación, resulta capaz de elaborar un bellísimo texto partiendo únicamente de verbos y sustantivos con una fuerte carga semántica.

Por último, en cuanto a los tipos de oraciones presentes en el texto, lo único reseñable son las estructuras condicionales que inician e finalizan el poema. En el primer caso, se trata de un deseo o anhelo de poder expresar un amor puro e inconfesable, expresando su patetismo sus sentimientos de dolor, angustia y miedo. Y al final, es utilizada una estructura similar para elaborar una declaración de amor en la que condiciona su existencia y fidelidad al idealizar a su amada. Sintácticamente, notamos el uso de largos periodos oracionales.

Las figuras estilísticas de este nivel como ya lo dijimos son múltiples como el paralelismo, las anáforas,(v1-2), las estructuras bimembres : « fortuna o ambición » (v.8), « amor o deseo » (v.9).

Además, apreciamos también la repetición de dos palabras « cuerpo y espíritu » y la anadiplosis en los (v.12-13).

En cuanto al nivel léxico-semántico, el poema se encuentra redactado en un lenguaje popular y accesible, al dejar entrever la gran maestría de Cernuda a la hora de expresar sentimientos tan complejos como el amor con un estilo tan sencillo y simple que resulta entendible a cualquier nivel.

Además, nos ayuda el hecho de que no se haya abusado de la adjetivación ornamental que muchas veces dificulta la lectura y la comprensión. En dicha composición, no figuran excesivas figuras literarias, siendo las más importantes las del (v.14) con la paradoja y resulta extraño que la libertad consista en imitar las posibilidades de elección ajustándolas únicamente dentro de un límite que es la amada. No obstante, de cuando en cuando y para determinadas personas el no poder elegir entre más opciones de las que presenta- sobre todo en el amor-les proporciona una libertad de movimientos que les produce gran satisfacción. Tal podría ser el caso de Luis Cernuda que en varios aspectos de su escritura, nos hace pensar en la temática de l’amour fou de los surrealistas franceses.

Notamos la anáfora que presenciamos en la última estrofa y que resulta interesante por constituir un vivo reflejo del arte de William Shakespeare y recordamos la admiración que nutria el poeta  tanto para los metafísicos ingleses como para los dramaturgos. Este procedimiento retorico funciona como un juego de espejos con los diálogos que Hamlet  mantenía con sus criados y amada cuando comenzaba a sospecharse su locura, en los que jugaba con sus palabras y las de los demás hasta invertirlas el significado, una afición que le llevo a ser considerado « persona non grata » en el reino danés. El intercambio de palabras y frases entre dos estructuras cambia toalmente el significado de las mismas  y fue una técnica muy utilizada durante el Barroco, en especial por el ya nombrado escritor inglés y por el español Francisco de Quevedo que llevo esta técnica hasta convertirla en obra de arte. Al comienzo de la obra se percibe una ligera connotación romántica con el uso del « yo lirico» formulando un deseo abierto a cualquier hombre y en el (v.10) es cuando se concreta tras la perfecta la fusión definitiva al personalizar la situación y hacerla suya.



A modo de conclusión, diremos que el documento :« Si el hombre pudiera decir» que nos propusimos comentar es un texto literario, perteneciente al género lirico y concretamente un poema de Luis Cernuda.Dicha composición forma parte de un poemario que contiene, ya en germen, toda la problemática central que se planteara en su obra recopilada como « la realidad y el deseo ».En efecto, el tema del Amor, como el afán de una pasión que lo conduce a una posesión absoluta, eterna, constituye un eje fundamental de su trayectoria poética. Sin embargo, es en los placeres prohibidos donde se identifica plenamente con el deseo y el placer que el poeta toma con destino y justificación de su existencia. En este poemario, se revela la adhesión de Cernuda al surrealismo  que le permitió hallar como expresar su mundo interior y la rebeldía del que elige el amor prohibido (amor homosexual). Lo esencial de este libro es su espíritu de rebeldía contra el orden establecido.

En los Placeres prohibidos, la rebelión va creciendo con la abierta reivindicación de su homosexualidad. Las ideas se organizan manteniendo el hilo conductor del amor a lo largo de todo el texto, que se divide en tres estrofas, que coinciden con tres partes que, como hemos dicho, mantienen en común la relevancia que el poeta da en ellas al amor.

En primer lugar, el amor como frustración, como imposibilidad, mediante la expresión de un largo periodo condicional (prótasis) encabezado con « si » y su correspondiente apódosis, o sea algo más breve. En segundo lugar, el amor como único camino para alcanzar la libertad. En tercer lugar, el amor como justificación única de la existencia del poeta. El texto es adecuado porque el autor eligió de entre las posibilidades lingüísticas a su alcance una apropiada para cumplir con su intención comunicativa, que no es otra que, proporcionando goce estético al lector, al expresar su frustración, la verdad e intensidad de su amor. Se trata además de un texto coherente  puesto que no presenta contradicciones entre sus partes, los enunciados se relacionan entre sí creando un mensaje global y no contradice los principios de  verdad de la realidad. Aunque, a veces, resaltan ciertas expresiones  por lo menos contradictorias. En cuanto a la cohesión, podríamos señalar entre los elementos más relevantes, la reiteración léxica de términos clave en el poema como amor, hombre, pudiera, existencia o reiteraciones morfosintácticas como los abundantes paralelismos y el uso de las personas gramaticales. La tercera, al principio, mediante el verbo poder, entendida de forma genérica y donde (Cernuda que se valía de mascaras como Fernando Pessoa) se difumina y el paso a la primera cuando la voz poemática se desvanece para dejar lugar al escritor desde ahora erigido en protagonista desprovisto de tapujos. La segunda persona remite a Cernuda que se dirige al tu poético que podría tanto ser la persona amada como el propio amor. En cuanto a cuestiones semánticas, llama la atención las cargas connotativas que adquieren las palabras cuyos significados trascienden los que aparecen en el diccionario como es el caso del adjetivo « preso » y de la expresión « estar preso en alguien » porque el significado connotativo es el contrario de su correspondiente denotativo.

Miembro de la generación del 27, Luis Cernuda queda como uno de los mejores poetas españoles del S.XX por su refinamiento en el lenguaje y su  hondo sentimiento. El registro lingüístico empleado es culto  y carece de incorrecciones y relajaciones. Expresa con maestría lo que pretende. Sin embargo, es un texto sencillo ya que su vocabulario es fácil de entender y su estructura se aprecia con relativa facilidad .Conseguimos captar lo esencial de su contenido. Obviamente, la infinidad de matices y connotaciones de cualquier texto lirico serán capotados con mayor o menos éxito según los conocimientos previos y la sensibilidad del lector. Se vincula con la polisemia de los textos literarios y con la labor del lector a quien cabe recrear lo que otro ha creado. Entre emisor y receptor media una gran distancia: el autor emite su mensaje en un momento determinado, (1931). Y el lector lo recibe en otro momento distinto lo cual nos muestra aun más la modernidad de los temas evocados y de su estilo. La universalidad del tema del amor hace que esa distancia se difumine y se interpreta y disfruta del texto en toda su magnitud .Este poema encarna una de las más bellas e vehementes manifestaciones amorosas de la literatura española. Los versos finales: « Tu justificas mi existencia:/Si no te conozco, no he vivido; /si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.» 

Son equiparables a otros gloriosos como: el Polvo será más polvo enamorado de Francisco de Quevedo u otros de Bécquer como: « Qué es la poesía?, dices mientras clavas/En mi pupila tu pupila azul./¡Qué es poesía !/Poesía eres tú. »       

 Al contrario del poema, « Si el hombre pudiera decir lo que ama », « Te quiero » va dirigido a un público indeterminado que sería el lector de literatura. Efectivamente, « Te quiero » con un narrador homodiegetico aparece más bien dirigido si cabe duda directamente a la segunda persona del singular que se refiere al amante del poeta sevillano y surge como un ars amandi ovidiano mientras que, aquí, se desprende de la composición el esbozo de las preocupaciones metafísicas que contendrán, a continuación, los demás poemarios como Donde habita el olvido o su prosa poética con Poemas para un cuerpo. La frustración de esta infinita busca lo llevara hasta el final de su vida a plantearse preguntas como lo pone de relieve el poema « No decía palabras »:

-« No decía palabras,

Acercaba tan solo un cuerpo interrogante,

Porque ignoraba que el deseo es una pregunta

Cuya respuesta no existe,

Una hoja cuya rama no existe,

Un mudo cuyo cielo no existe.”

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