TEMA/ El tema del poema seleccionado pretende exponer la única
razón de la vida, para así decirlo la libertad del amor. El anhelo romántico de
amor pleno topa en Cernuda con las barreras que le pone la realidad.
RESUMEN/Luis
Cernuda es esfuerza por explicar el significado que para él tiene el Amor,
intentando presentarlo en su estado más puro puesto que lo considera la única
verdad del hombre. También, describe con exactitud una extraña paradoja, la que
supone que la libertad que el amor le proporciona consista en apresarle en su
amada, el único sentido de su mezquina existencia. Finalisa con una bella declaración a su amada.
Análisis del
poema: « Si el hombre pudiera decir » de Luis Cernuda
Ante todo, el documento que nos toca analizar se presenta bajo la forma de
un poema que se titula : « Si
el hombre pudiera decir » y pertenece al poemario los placeres prohibidos publicado en (1931).Se trata de un libro
voluntariamente hermético en el cual mediante el mito de Dionisos, el Dios del
placer, Luis Cernuda encarna la desobediencia a las reglas y es lo que permite el acceso a los placeres
prohibidos : el amor es libertad, goce, aspiración de unidad y a la vez fusión con la naturaleza. Sin
embargo, también puede constituir un deseo marcado por la frustración, la
imposibilidad de la menor comunicación que lleva entonces camino de la eterna
soledad. Los placeres prohibidos
mantienen las imágenes oníricas e incorpora los versos alejandrinos sin rima,
así como los poemas en prosa. El uso de la primera persona confiere, a menudo,
a los textos un carácter de confesión.
En primer lugar, dicho documento consta de tres estrofas más bien
irregulares que corresponden con tres movimientos. El primer movimiento corre desde el (v.1): « Si el
hombre pudiera decir lo que ama » hasta el (v.13) y
poner de realce, desde el umbral de la composición, la supremacía del amor
elevado a la categoría de verdad incondicional. El segundo movimiento que va
desde el (v.14),
o sea : « Libertad no conozco sino
la libertad de estar preso en alguien » hasta el (v.22), es
decir,: « la única libertad por la que
muero » se refiere más bien a la proclamación del Amor como
única libertad posible y única escapatoria para el atolladero que representa la
Realidad.
Por lo que concierne al último movimiento que se desarrolla desde el (v.23), o
sea: « Tu justificas mi existencia »
hasta el (v.25) : « Si muero
sin conocerte, no muero, porque no he vivido » abarca una conmovedora e inesperada declaración
de amor al modo Shakesperiano que cierra el poema y suena como un verdadero
homenaje al amor, único hilo de la vivencia de los seres.
Desde la primera estrofa, el poeta se empeña, en expresar la autenticidad
de su amor al ser querido mediante una estructura condicional elaborada a
partir de la conjunción de subordinación « Si ». Esta perspectiva viene recalcada por el empleo del subjuntivo
imperfecto, modo por excelencia del deseo y que atestigua también de la
imposibilidad que la voz poética cumpla con su afán como lo evocan ambas
anáforas simétricas: « Si el
hombre pudiera decir lo que ama/Si el hombre pudiera derrumbar su amor por el
cielo ». No deja de llamarnos la atención también la doble comparación situada al (v.3-4): «
como una nube en la luz; si como muros que se
derrumban para saludar la verdad erguida en medio, pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando solo la verdad de su amor ».
Semejante asociación que relaciona el término « amor » a « una
nube » crea un movimiento de ascensión vertical y cabe señalar
que parece algo insólita puesto que viene relacionada, de repente, con otro
término «muros »que impide desde ahora
cualquiera esperanza. Tal vez, las paredes simbolizasen los obstáculos sociales
a los que se opone la voz lirica cuando tenemos en cuenta la homosexualidad del
poeta marginalizado también por los prejuicios de su medio burgués. Los muros
personificados aquí y que bien hubieran podido constituir un amparo para el
descanso del poeta se conforman con ser
testigos de la « realidad erguida » extraña metáfora que muestra la
devastación que rodea el yo. Efectivamente, no consigue revelar el amor como
única verdad ya que no existe medio ni remedio afín que desvele el amor oculto
e inconfesable como lo reflejan la serie de
anadiplosis y encabalgamientos: (v.5) :” dejando solo la verdad de su
amor, la verdad de si mismo ». Lo que trata la voz poética es dejar de lado, a toda coste todo lo
material, que encarna el cuerpo porque, muchas veces, aparece como un
impedimento para que una relación logre salir adelante. De lograr aislar su
amor, la persona descubrirá la única verdad del hombre. Tal verdad surge
definida por una perífrasis negativa al (v.8):”no se llama Gloria, fortuna o ambición sino amor o
deseo” que deja trasparecer que los dos términos amor y deseo ahora sinónimos pueblan la
existencia del narrador y que se oculta tras las capas superficiales de la persona:
la verdad del amor verdadero. Dentro de esta primera parte, se esboza una
subdivisión. En efecto, después de haber sido formulado el deseo o anhelo desde
los diez primeros versos, y finalizando éste en suspense, los tres versos
siguientes desempeñan el papel de aclarar la incógnita del (v.10): « yo sería aquel que imaginaba ».Se trata de la
conclusión del deseo, pero como no define de modo claro el mensaje, hace falta
que requiera una explicación posterior.
Notamos la gradación de los sustantivos : « aquel que con su
lengua, sus ojos y sus manos » el deíctico remite a un individuo que no viene precisado del
todo y así va adquiriendo un valor universal y ejemplar por ser capaz de
convertir los limites corporales en recursos para alcanzar su meta al conocer
la plenitud erótica. No será, por casualidad, si convoca el poeta andaluz los
atributos sensoriales, de hecho, « lengua », « ojos » y « manos ».El propio poeta como heredero de la
tradición de los malditos dispone del poder de proclamar la potencia
absoluta del deseo y acaba por ser el portavoz
de los demás como lo indica el (v.12)
a través de la etimología del verbo « proclamar ». En
efecto, la palabra derivada del verbo clamar mediante la anteposición del
prefijo de origen latino pro-Pro-clamar
(clamar cobra distintos sentidos, entre los cuales exigir imperiosamente, llamar, quejarse, dar voces lastimosas, pidiendo
favor o ayuda) lo cual sugiere la lucha desenfrenada de la voz poemática
que no pretende rendirse nunca.
A continuación, la segunda estrofa introducida mediante el (v.13) nos plantea una
visión, por lo menos, inhabitual de la libertad amorosa gracias a la
paradoja : « Libertad, no conozco sino la
libertad de estar preso en alguien cuyo nombre no puedo oír sin
escalofrió » ya que los términos antitéticos libertad/preso
sugieren que el Amor implica una pérdida de libertad individual y ajeno que era al inicio un motivo de
liberación acaba siendo una cárcel de la que uno no podrá salir sino hondamente
herido. Se deja entrever el presagio funesto de lo incompleto a la que tiende
la fusión amorosa y el desencanto, por añadidura que suscita. A partir del (v.14) pese a semejante contradicción sigue
alabando el amor porque aparenta ser el medio ineludible para que el yo poético
lograra evadirse de la repulsiva realidad mediante el amor
expresado hacia alguien y aclara su acertar la eternidad en ese mismo amor.
Además, se vale de una hábil paradoja, indica que la única libertad que le exalta y le motiva es la libertad del
amor (que, en realidad, no es tal, sino todo lo contrario), la única razón para
seguir adelante con su vida. En la última estrofa, desde el verso (v.23) al (v.25) se cierra el poema con una hermosa declaración de amor
expresada mediante un juego conceptista-paradoja- al más puro estilo de
Shakespeare en sus sonetos. La amada es idealizada hasta el punto de
convertirse en el único sentido de la existencia, la única necesidad vital.
Nos proponemos ahora estudiar las
características del lenguaje literario que aparecen al tener en cuenta los diferentes
niveles de la lengua: nivel foñico, morfosintáctico y léxico-semántico.
Del nivel fónico, destacamos los
siguientes aspectos:
El poema se compone de una serie de versículos, es decir,
sin rima, sin acento en lugares fijos y mezclando versos de medidas más
variadas. Este tipo de composición provoca que el ritmo venga marcado por la
propia estructura de los versículos del poema, al producirse cierta repetición
de palabras y de esquemas gramaticales:
v (1-2) –« Si el hombre pudiera»/v (3-4)-« Como-como /v (5-7)-«verdad-verdad-verdad »/v( 10-11)- “Aquel-aquel”/v(12-13)-“Verdad-verdad”/v(14)-“libertad-libertad”/v(14-16)-“Alguien-alguien”/v(18)-“Mi cuerpo y espíritu”/v(20-22) « libertad-la única libertad »/v(24-26) »no he vivido-no he vivido ».
De esta forma se
consigue un ritmo ágil y dinámico al evitarse las pausas prolongados de los
puntos, sustituidos aquí por puntos-y-comas. También influye el hecho de que
muchos de los versos aparecen agrupados como si se tratara de largas oraciones
en un texto en prosa (v.4/9, 16/22).
La función del lenguaje del texto es, en mayor parte, expresiva porque se percibe el estado
emocional del autor a lo largo del poema.
Empieza con melancolía mientras que en la segunda estrofa, explica con
pasión lo que para él significa el amor verdadero .Sin embargo, es en la última
estrofa, la función pasa a ser conativa, ya que adquiere una mayor relevancia
el receptor del mensaje (la amada) a la que dirige una declaración de amor
eterno que refleja su total fidelidad y sinceridad.
Como ya lo mencionamos antes, las figuras estilísticas de este nivel que
aparecen en el texto son:
-Las repeticiones de palabras y de estructuras sintácticas que marcan el
ritmo del poema.
Al nivel morfosintáctico, existen características lingüísticas y literarias
más relevantes como la gran mayoría de verbos existentes en el texto que
hallamos conyugados al presente (ama, derrumban,
olvido, flotan, muero), destacando la abundancia de perífrasis
verbales de varios tipos como aspectuales resultantes tal que « estar preso » (v.14) o los
modales de probabilidad (v1-2).
Los sustantivos utilizados son de carácter común, sin el empleo de
tecnicismos ni cultismos, aunque varios destacan por la fuerte carga semántica
que conllevan igual que « muros », « verdad »,
«
amor », « deseo », « hombre » « libertad »,
« existencia », « muerte ».Algunos de ellos aparecen como sinónimos (v.9), «
amor/deseo » al exaltar el autor la gran importancia de ambos a la
hora de descubrir la única verdad del hombre, la verdad del amor verdadero. Otro
termino importante es « libertad »
que es recurrente en la segunda estrofa.
Era sabido que el poeta comulgaba y apoyaba los ideales republicanos-hecho
que acabaría llevándole al exilio tras la guerra civil-, unos ideales cuyo
principal argumento era la libertad del pueblo. En los (v.21-22), Cernuda deja
bien claro que la única libertad que la única libertad por la que pretendía
morirse era la física y política excepto la del amor. El amor va, a su juicio,
mas supera las barreras físicas y políticas que el ser humano fija en su vida.
Es un modo de evadirse de la realidad, de inventar un mundo en el que la pureza
y verdad son las únicas leyes, una utopía que ansia y persigue, pero que no
llego a conseguir debido a su carácter solitario y su situación. También en la
segunda estrofa, aparecen múltiples elementos con una connotación mística, como
en el (v.14) o en el (v.15).En
ellos, se observa la similitud con diversos místicos como la comunión del alma
con Dios en la vía unitiva, y el intento de imitar la vida de Cristo al
desechar la vida propia por su
mezquindad y miseria. En este aspecto, puede apreciarse una cierta influencia
de Santa Teresa de Jesús a la hora de intentar expresar este tipo de
sensaciones inefables.
Es de destacar la ausencia de
adjetivación ornamental en la totalidad del texto, si bien no
es en absoluta necesaria para la comprensión del mismo ni para el
embellecimiento, ya que Cernuda tiene ese don. Sin abusar de la adjetivación,
resulta capaz de elaborar un bellísimo texto partiendo únicamente de verbos y
sustantivos con una fuerte carga semántica.
Por último, en cuanto a los tipos de oraciones presentes en el texto, lo
único reseñable son las estructuras condicionales que inician e finalizan el
poema. En el primer caso, se trata de un deseo o anhelo de poder expresar un
amor puro e inconfesable, expresando su patetismo sus sentimientos de dolor,
angustia y miedo. Y al final, es utilizada una estructura similar para elaborar
una declaración de amor en la que condiciona su existencia y fidelidad al idealizar
a su amada. Sintácticamente, notamos el uso de largos periodos oracionales.
Las figuras estilísticas de este nivel como ya lo dijimos son múltiples
como el paralelismo, las anáforas,(v1-2), las estructuras
bimembres : « fortuna o ambición » (v.8), « amor o deseo » (v.9).
Además, apreciamos también la repetición de dos palabras « cuerpo y
espíritu » y la anadiplosis en los (v.12-13).
En cuanto al nivel léxico-semántico,
el poema se encuentra
redactado en un lenguaje popular y accesible, al dejar entrever la gran
maestría de Cernuda a la hora de expresar sentimientos tan complejos como el
amor con un estilo tan sencillo y simple que resulta entendible a cualquier
nivel.
Además, nos ayuda el hecho de que no se haya abusado de la adjetivación
ornamental que muchas veces dificulta la lectura y la comprensión. En dicha
composición, no figuran excesivas figuras literarias, siendo las más
importantes las del (v.14) con la paradoja y resulta extraño que la libertad
consista en imitar las posibilidades de elección ajustándolas únicamente dentro
de un límite que es la amada. No obstante, de cuando en cuando y para
determinadas personas el no poder elegir entre más opciones de las que presenta-
sobre todo en el amor-les proporciona una libertad de movimientos que les
produce gran satisfacción. Tal podría ser el caso de Luis Cernuda que en varios
aspectos de su escritura, nos hace pensar en la temática de l’amour fou de los surrealistas franceses.
Notamos la anáfora que presenciamos en la última estrofa y que resulta
interesante por constituir un vivo reflejo del arte de William Shakespeare y
recordamos la admiración que nutria el poeta
tanto para los metafísicos ingleses como para los dramaturgos. Este
procedimiento retorico funciona como un juego de espejos con los diálogos que
Hamlet mantenía con sus criados y amada
cuando comenzaba a sospecharse su locura, en los que jugaba con sus palabras y
las de los demás hasta invertirlas el significado, una afición que le llevo a
ser considerado « persona non grata » en el reino danés. El
intercambio de palabras y frases entre dos estructuras cambia toalmente el
significado de las mismas y fue una
técnica muy utilizada durante el Barroco, en especial por el ya nombrado
escritor inglés y por el español Francisco de Quevedo que llevo esta técnica
hasta convertirla en obra de arte. Al comienzo de la obra se percibe una ligera
connotación romántica con el uso del « yo lirico» formulando un deseo abierto
a cualquier hombre y en el (v.10) es cuando se concreta tras la perfecta la
fusión definitiva al personalizar la situación y hacerla suya.
A modo de conclusión, diremos que el documento :« Si el
hombre pudiera decir» que nos propusimos comentar es un texto literario,
perteneciente al género lirico y concretamente un poema de Luis Cernuda.Dicha
composición forma parte de un poemario que contiene, ya en germen, toda la
problemática central que se planteara en su obra recopilada como « la realidad y el deseo ».En
efecto, el tema del Amor, como el afán de una pasión que lo conduce a una
posesión absoluta, eterna, constituye un eje fundamental de su trayectoria poética.
Sin embargo, es en los placeres
prohibidos donde se identifica plenamente con el deseo y el placer que el
poeta toma con destino y justificación de su existencia. En este poemario, se
revela la adhesión de Cernuda al surrealismo
que le permitió hallar como expresar su mundo interior y la rebeldía del
que elige el amor prohibido (amor homosexual). Lo esencial de este libro es su espíritu
de rebeldía contra el orden establecido.
En los Placeres prohibidos, la rebelión va
creciendo con la abierta reivindicación de su homosexualidad. Las ideas se organizan
manteniendo el hilo conductor del amor a lo largo de todo el texto, que se
divide en tres estrofas, que coinciden con tres partes que, como hemos dicho,
mantienen en común la relevancia que el poeta da en ellas al amor.
En primer
lugar, el amor como frustración, como imposibilidad, mediante la expresión de
un largo periodo condicional (prótasis) encabezado con « si » y su
correspondiente apódosis, o sea algo más breve. En segundo lugar, el amor como único
camino para alcanzar la libertad. En tercer lugar, el amor como justificación única
de la existencia del poeta. El texto es adecuado porque el autor eligió de
entre las posibilidades lingüísticas a su alcance una apropiada para cumplir
con su intención comunicativa, que no es otra que, proporcionando goce estético
al lector, al expresar su frustración, la verdad e intensidad de su amor. Se
trata además de un texto coherente
puesto que no presenta contradicciones entre sus partes, los enunciados
se relacionan entre sí creando un mensaje global y no contradice los principios
de verdad de la realidad. Aunque, a
veces, resaltan ciertas expresiones por
lo menos contradictorias. En cuanto a la cohesión, podríamos señalar entre los
elementos más relevantes, la reiteración léxica de términos clave en el poema
como amor, hombre, pudiera, existencia o reiteraciones morfosintácticas como
los abundantes paralelismos y el uso de las personas gramaticales. La tercera,
al principio, mediante el verbo poder, entendida de forma genérica y donde
(Cernuda que se valía de mascaras como Fernando Pessoa) se difumina y el paso a
la primera cuando la voz poemática se desvanece para dejar lugar al escritor
desde ahora erigido en protagonista desprovisto de tapujos. La segunda persona
remite a Cernuda que se dirige al tu poético que podría tanto ser la persona
amada como el propio amor. En cuanto a cuestiones semánticas, llama la atención
las cargas connotativas que adquieren las palabras cuyos significados
trascienden los que aparecen en el diccionario como es el caso del adjetivo « preso » y de la expresión « estar preso en alguien » porque
el significado connotativo es el contrario de su correspondiente denotativo.
Miembro de la generación
del 27, Luis Cernuda queda como uno de los mejores poetas españoles del S.XX
por su refinamiento en el lenguaje y su
hondo sentimiento. El registro lingüístico empleado es culto y carece de incorrecciones y relajaciones.
Expresa con maestría lo que pretende. Sin embargo, es un texto sencillo ya que
su vocabulario es fácil de entender y su estructura se aprecia con relativa
facilidad .Conseguimos captar lo esencial de su contenido. Obviamente, la
infinidad de matices y connotaciones de cualquier texto lirico serán capotados
con mayor o menos éxito según los conocimientos previos y la sensibilidad del
lector. Se vincula con la polisemia de los textos literarios y con la labor del
lector a quien cabe recrear lo que otro ha creado. Entre emisor y receptor
media una gran distancia: el autor emite su mensaje en un momento determinado,
(1931). Y el lector lo recibe en otro momento distinto lo cual nos muestra aun más
la modernidad de los temas evocados y de su estilo. La universalidad del tema
del amor hace que esa distancia se difumine y se interpreta y disfruta del
texto en toda su magnitud .Este poema encarna una de las más bellas e
vehementes manifestaciones amorosas de la literatura española. Los versos finales:
« Tu justificas mi
existencia:/Si no te conozco, no he vivido; /si muero sin conocerte, no muero,
porque no he vivido.»
Son equiparables a otros gloriosos como: el Polvo será más polvo enamorado de
Francisco de Quevedo u otros de Bécquer como: « Qué es la poesía?, dices
mientras clavas/En mi pupila tu pupila azul./¡Qué es poesía !/Poesía eres tú. »
Al contrario del poema, « Si el hombre pudiera decir lo que
ama », « Te quiero » va dirigido a un público indeterminado
que sería el lector de literatura. Efectivamente, « Te quiero » con un narrador homodiegetico aparece más
bien dirigido si cabe duda directamente a la segunda persona del singular que
se refiere al amante del poeta sevillano y surge como un ars amandi ovidiano
mientras que, aquí, se desprende de la composición el esbozo de las
preocupaciones metafísicas que contendrán, a continuación, los demás poemarios
como Donde habita el olvido o su
prosa poética con Poemas para un cuerpo.
La frustración de esta infinita busca lo llevara hasta el final de su vida a
plantearse preguntas como lo pone de relieve el poema « No decía palabras »:
-« No decía palabras,
Acercaba tan solo un cuerpo interrogante,
Porque ignoraba que el deseo es una pregunta
Cuya respuesta no existe,
Una hoja cuya rama no existe,
Un mudo cuyo cielo no existe.”
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